Desde pequeña siempre he sentido fascinación por los animales domésticos, perros, gatos, peces, pájaros, conejos, etc.
Desde pequeña mis papás me enseñaron a respetar y amar a los animales, viví en una casa rodeada de naturaleza y obviamente, de animales, ardillas, iguanas, perros, gatos, etc.
Pero ninguno de esos me pertenecía, yo deseaba tener una mascota propia, veía un animal callejero y en automático corría para atraparlo y poderlo llevar a casa, a veces lograba atrapar al animal, a veces no, pero nunca tuve permiso para llevarlo a casa.
Hasta que tuve 9 años, una vecina que se iba de la ciudad, nos regaló a su cachorrita, la muy mala, nunca tuvo química conmigo, me mordía, me ignoraba y la verdad terminó por caerme mal y me rendí con ella, esa mini perra solamente seguía a mi mamá.
A los 12 años descubrí a los xoloitzcuintles, esa raza de perros pelones mexicanos y quedé fascinada, esa sensación al tocar a un xoloitzcuintle es indescriptible pero es maravillosa. Le pedí a mi papá uno, le rogué a mi mamá por un animal de esa raza, obviamente, dijeron no por la sencilla razón de que les parecía un animal muy feo.
Después de la perra sin química nació una camada y de ahí hubo sólo machos, en casa no querían machos por que orinan en todas partes cuando marcan territorio, así que cuando se llevaron a "mi cachorro" lloré amargamente durante 10 días.
Le imploré a mis papás por una cachorrita para mi, una xoloitzcuintle...jamás llegó, al año llegó otra camada de perritos y bingo! Nació una sola hembra, y por fin a mis 12 años tuve mi primer mascota propia...pero no era una xoloitzcuintle, era una cruza entre maltés y poodle.
Fue una de las mejores mascotas que alguien puede desear, era dulce, tierna, muy noble, exageradamente perfecta, no me quejo por que ella me enseñó a ser responsable, a cumplir con mis obligaciones y todo valía la pena por que ella me amaba.
Pasé tardes y días de diversión con esa perrita, hasta que enfermó a sus 8 años y no lo logró, mi primer golpe, muy duro y amargo.
Después de casi 2 años, volví a pedir una mascota, una xoloitzcuintle, pero de inmediato la respuesta fue no, les pedí entonces me dejaran adoptar un callejero y tampoco...dije entonces, un labrador? Y dijeron sí.
Hoy fiona, la labrador dorada, ya tiene 14 años, pero cuando ella tenía 8 yo decidí irme de casa, intenté llevarla conmigo, pero la perra quería su espacio, su jardín enorme, su aire acondicionado y su terraza para tomar sol y yo la quise llevar a un departamento de 1 recámara sin terraza ni aire acondicionado...la perra dejó de comer hasta que la regresé.
Pasaron 4 años y una compañera de trabajo me dijo, mi perra acaba de parir y no quiero animales, le dije "que lindo! Yo soy fan de los animales! "; un mes y medio después, ya que me había olvidado de ese tema, ella me preguntó si aceptaría un cachorro, le dije "la verdad es que no me gustan mucho los machos, son medio sucios y la verdad no".
Semanas después, llegó a mi oficina con una pelotita de algodón con ojos y nariz negros negros, me enamoré a primera vista y me dijo, que bueno, es hembra y es tuya, se dio la vuelta y salió.
Así hace 4 años rita es parte de mi pequeña familia...y es hermoso tenerla, es dulce, sociable, nada que ver con su raza (poodle), es super inteligente y muy muy cariñosa.
Hace aproximadamente un año, vi una cría xoloitzcuintle, no la quería soltar, era de una chica con la que no tenía amistad ni relación, supe del animal por que un amigo la traía en la bolsa de su chamarra.
Lloré de emoción y de tristeza al no ser mía, era perfecta, sin nada de pelo, negra azulosa, arrugadita y con esa piel de ensueño...pregunté quien los vendía, donde encontraba una igual y nadie me supo decir.
Con lo maravilloso que es el internet, he visto criadores, personas que venden estos animales, pero desafortunadamente, mi economía no me permite adquiri una cachorrita xoloitzcuintle.
Deseo u obsesión, ninguno se ha logrado, pero persisten en mi las ganas locas de que el próximo miembro de mi pequeña familia, sea una xoloitzcuintle.
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