jueves, 30 de abril de 2015

Los engaños, los engañados y los "engañadores".

A lo largo de mi vida he conocido muchas amistades, las cuales, como es normal, tienen parejas estables y oficiales, otras que tienen varias "opciones" y otras que están más solteros que Sor Juana.

Lo curioso del caso es que, he tenido algunas experiencias en donde la amiga en cuestión, esa que creo conocer bien y se hacen llamar mis mejores amigas, tienen su relación oficial, pero a la larga resulta que he quedado atorada entre la espada y la pared, por que resulta que también tienen a sus "amigos de reserva"; sí, tienen esa reserva por si el novio oficial no está o por si el novio oficial termina siendo aburrido.

Hace apenas unos meses viví de nuevo una situación similar, una amiga mía, que consideraba de las que más me confiaban sus situaciones, resultó todo un bodrio...en realidad le tengo que reconocer que es una maestra en el arte del engaño, jamás supe de sus "deslices", jamás la vi "golfona"...o sea coqueta sí, pero una cosa es la coquetería normal y otra cosa es ser golfa.

Bueno pues los engañados resultamos ser muchos, yo como su amiga, su oficial, su segundo frente, y varios amigos más que la creíamos muy buena chica, pues resultó que tejió una red de mentiras bastante creíbles y otras tantas mentiras bastante noveleras.

Resulta que el engañado principal vio en mi una fuente de datos confiable y vino a preguntar todas las dudas que él tenía, y resultó ser que al final los dos quedamos con más dudas todavía, obviamente yo no sabía de sus aventuras y por ende no pude decir nada de ello, pero hubo cosas en las que me mezclaba directamente y fue en ellas en las que simplemente dije la verdad, de ahí el pobre tipo pues sacó sus conclusiones y tomó una decisión.

Pues resulta que como siempre en estas situaciones, el que dice la verdad o lo que sabe, siempre queda mal. ella me retiró su maravillosa amistad y dejé el asunto por la paz, en verdad esas situaciones me dan flojera y terminan siendo benéficas para desechar a las personas desechables.

El caso nada especial, terminó como todos los casos de estos terminan, el engañado la perdonó, la engañadora triunfó y el engaño "terminó" y fueron ellos contra el mundo cruel que siempre busca separar a las parejas dignas de novelas de corín tellado...pero eso nunca termina ahí, con el paso del tiempo, a veces mucho, a veces unos días, el engañador vuelve a sus andadas, el engañado vuelve a sus dudas y el engaño OBVIAMENTE sigue ahí.

Es hasta que el engañado se desengaña, el ciclo se repetirá las veces que sean necesarias para que el engañado abra los ojos o en mis casos, vean al engañador en acción...

En realidad, el hecho de pasar por estas situaciones tan embarazosas no es nada agradable, como amiga me pone en una posición incómoda, puesto que con el paso del tiempo, creas un vínculo con las parejas de tus amigos, y cuando esa persona acude a uno para resolver dudas, por una parte puedes elegir cubrir a tus "amigos", pero por otro lado si eliges la verdad, es seguro que pierdas esa amistad...

Yo he elegido decir la verdad, puesto que si yo fuese la engañada quisiera que una persona me ayude a abrir los ojos, si yo fuese la "engañadora", me dolería que mis amigos me echaran de cabeza, pero creo que si yo estuviese en ese lado de la historia, no involucraría personas que no tienen nada que ver con mis "calenturas"...

Obviamente son cosas que son difíciles de digerir, puesto que se juega con sentimientos y debilidades humanas, el engañado siempre buscará justificar las acciones del engañador y por ello volverá a caer y a caer en las mentiras de la persona amada, por que cuando amas de verdad siempre creer es la opción, y el engañador jamás amará de verdad, puesto que cuando uno ama, no te cabe en el corazón ni en el cuerpo otra persona.

Pero, el ser humano es así, imperfecto por naturaleza, y ¿acaso no vamos por la vida proclamando el famoso dicho "hasta no ver, no creer" o "no se es culpable hasta que se demuestre lo contrario"?

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